El Ballet Nacional de Cuba en verano

El Ballet Nacional de Cuba vuelve a su sede habitual del Gran Teatro de La Habana para ofrecer a sus admiradores de la Isla y el mundo una atractiva cartelera con obras contemporáneas, en los meses estivales, los dos primeros fines de semana de agosto.
La leyenda del agua grande abrió esta temporada, con coreografía de Eduardo Blanco, en esta ocasión dedicada además a los aniversarios de la Defensa Civil, Radio Reloj y de la Radio Cubana. Con música de Miguel Núñez, escenografía de Salvador Fernández,  diseño de luces de Pedro Benítez y vestuario de Frank Álvarez, el libreto corrió a cargo del experimentado José Ramón Neyra.
Para los que aún no han podido disfrutar de las presentaciones de la prestigiosa compañía, esta les tiene reservado para el próximo fin de semana atractivas funciones de la danza clásica cubana y universal: Umbral con coreografía de Alicia Alonso, escenografía de Zaida del Río, música de Johann Christian Bach y vestuario de Salvador Fernández; Elegía por un joven en homenaje al joven Fabio Di Celmo, con coreografía también de la prima ballerina assoluta, vestuario de Pedro Moreno, música de Vivaldi, luces de Ruddy Artiles y escenografía de Ricardo Reymena.
Le papillon, estrenada con éxito en el pasado Festival Internacional de Ballet de La Habana, del canadiense Peter Quanz, también subirá a las tablas con diseño de luces de Ruddy Artiles mientras el vestuario y la escenografía corren a cargo de Salvador Fernández.
Una especial función ocurrirá el 12 de agosto, por el centenario del natalicio de la ensayista, poetisa y profesora universitaria Mirta Aguirre, orgullo de la cultura nacional.
Primerísimas figuras del ballet cubano, secundados por solistas y cuerpo de baile, demostrarán su virtuosismo y acabada técnica sobre las tablas del enigmático teatro: Viengsay Valdés, Anette Delgado, Amaya Rodríguez, Alfredo Ibáñez, Yanier Gómez, Carolina García, Dani Hernández, Yanela Piñera, Camilo Ramos, Jessie Domínguez, Aymara Vasallo, Ernesto Díaz y David Estévez.