Pinar del Río
Conocida como el Jardín de Cuba, Pinar del Río es la tierra que produce el mejor tabaco del mundo, además de ofrecer a sus visitantes exquisitas oportunidades para el buceo, la pesca, la caza o para disfrutar del sol tropical y la playa. Posee una muy bien conservada y diversa flora y fauna, entre ellas proclamadas por la UNESCO el Paisaje Cultural de la Humanidad para el Valle de Viñales, y la proclamación de la Península de Guanahacabibes y la Sierra del Rosario como Reserva de la Biosfera.
Pero el embrujo de la provincia más occidental de Cuba data del siglo XIX con la belleza natural de la región de Vueltabajo a la cual se rindieron los pobladores de La Habana a 174 kilómetros de distancia, visitantes asiduos de las Cuevas de los Portales, de darse baños “milagrosos” en las aguas termales y mineromedicinales de San Diego de los Baños o contemplar el inigualable Valle de Viñales. Hoy las une la Autopista Nacional.
Hoy aún se puede disfrutar sus casas de puntal alto y colores suaves de entonces, propios de una arquitectura ecléctica que caracteriza su centro histórico; además de las construcciones más modernas y contemporáneas. Por ello son, además, lugares de obligada visita: el Teatro Milanés, el Palacio Guash, el Cabaret Rumayor, en su capital provincial; sobre todo la visita a la fábrica de su bebida autóctona producida aún hoy de manera artesanal: Guayabita del Pinar.
En muchos de estos lugares, el visitante encontrará confortables hoteles que lo ubicarán en un intercambio directo no solo con la arquitectura y sus pobladores, sino también con la genuina naturaleza pinareña.
¿Lugares para no dejar de visitar?: El Bosque de Piedra de Isabel Rubio, el Museo de Ciencias Naturales “Tranquilino Sandalio de Noda”, la Fábrica de Tabacos “Francisco Donatien”, la Gran Caverna de Santo Tomás, Minas de Matahambre, el Museo Casa de los Hermanos Saíz Montes de Oca y el Museo Municipal de San Cristóbal, entre otros.
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