A Prado y Neptuno
A Prado y Neptuno, iba una chiquita, que todos los hombres la tenían que mirar … así reza uno de los cha cha chá mas conocidos y bailados, compuesto por el violinista, músico y director de orquesta cubano Enrique Jorrín (1926-1987) y al que bautizó como “La engañadora”. Pues en esa popular esquina de La Habana Vieja, Paseo del Prado esquina a Neptuno, se ubica un restaurante del mismo nombre y que de cierta manera homenajea el número musical de Jorrín; muy próximo a los hoteles Inglaterra y Telégrafo, el Capitolio Nacional y el Gran Teatro de La Habana o el Parque Central con la hermosa imagen del Apóstol de la Independencia José Martí.
De seguro Ud. se preguntará que puede degustarse allí, pues no solo bebidas y exquisita comida, sino también música italiana e internacional en vivo amenizan la estancia del visitante que puede lo mismo estar disfrutando exquisitos tragos de la coctelería nacional o internacional; o saboreando platos tan exigentes como espaguetis a la carbonara o la lasaña casera, postres como el tiramisú, todos exponentes de la genuina y reconocida culinaria italiana.
Sus inicios datan del siglo XIX de la Habana colonial, y fue otrora Bodega de Alonso hasta la primera mitad del siglo XX; luego el glamoroso café Las Columnas y restaurante Miami que cambió su nombre por Caracas hasta que finalmente se le bautizó Budapest. En la actualidad, el diseño del lugar es del prestigioso arquitecto italiano Roberto Gottardi.
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