Una de las bellezas que distinguen la identidad y el patrimonio cultural de Pinar del Río son sus catedrales naturales y construidas, de ahí su denominación de Catedral de Occidente por sus inigualables paisajes, su Sierra provista de hermosos helechos arborescentes y sus vistas panorámicas se cojugan perfectamente con sus exquisitas playas al Oeste de la península y la exhuberante fauna pródiga en aves de afinado trino.
A estas perfecciones moldeadas por la naturaleza, se suma la centenaria Diócesis que acaba de cumplir 110 años desde que fuera eregida por decreto el 20 de febrero de 1903 entonces iglesia parroquial de San Rosendo y devenida Catedral madre y cabeza de templos pinareños. La mencionada Diócesis comprende todo Pinar del Río más el área occidenteal de los municipios de Candelaria, San Cristóbal, Bahía Honda, Mariel y Guanajay en la actual provincia de Artemisa. La edificación de la sede fue concluida en 1883 y a su vez celebra en 2013 130 años de ese acontecimiento.
De gran importancia histórica, en la denominada Parroquia de San Rosendo se encuentran evidencias desacramentos realizados en el siglo XVII entre los cuales está el primer bautizo en 1699, según el libro “Pinar del Río, 300 Años de compromiso evangelizador”. De 1705 es el primer matrimonio.
Ya en 1734 son celebradas las primeras Confirmaciones por el fray Juan Lazo de la Vega, Obispo de Cuba, exactamente el 12 de febrero que marca la primera visita que realizara un personaje de la Iglesia Católica con este título a la ciudad pinareña. El inmuebel también sirvió de cobija de los primeros enterramientos, los primeros fueron realizados en el interior de la Iglesia, luego fueron realizados en las cercanías; luego debido a medidas higiénicas fueron construidos cementerios en espacios más apartados, aunque allí aparece el primer entierro realizado en el año 1715.
En la región era próspero el negocio de cría de ganado y también las maderas preciosas las cuales eran transportadas a los puertos del sur por los ríos Cuyaguateje, Guamá y San Diego. Pero no fue hasta años más tarde que comienzan como actividades comerciales importantes del territorio el cultivo del tabaco, evento que le daría un giro a la economía de plantaciones de Pinar del Río y un nombre a nivel internacional estampado en Vuelta Abajo, siendo reconocido como el mejor tabaco del mundo. El éxito se debió también a la emigración de vegueros habaneros hacia ese territorio huyéndole a la Real factoría de Tabacos y a la dura represión del Capitán General Gregorio Guazo contra la sublevación de los vegueros.
Para los amantes del arte religioso, la parroquia de San Rosendo posee imágenes antiquísimas como las imágenes del santo patrono y de San José esculpidas en madera en España, las de la Virgen de la Caridad y de la Dolorosa distinguen el lugar. Un buen destino inolvidable para los que van tras los pasos de la historia pinareña.
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