Las cuevas de Bellamar

Ubicadas en la Carretera Cuevas de Bellamar, en la provincia de Matanzas, las cuevas de igual nombre gozan de gran prestigio por su belleza natural entre los visitantes que acuden a su encuentro.
Su descubrimiento data del siglo XIX, exactamente de febrero de 1869. Son cavernas que están compuestas por formaciones cristalinas y gran variedad y cantidad de estalagmitas y estalactitas. Cada uno de sus grandes espacios o salones se adentran, descienden, en busca del manto freático, encontrando al final  hermosos lagos de aguas cristalinas.
La región donde está enclavado ese sitio natural de interés turístico, está formada por terrazas marinas de constitución calizamargosa.
Las Cuevas de Bellamar poseen 3,1 kilómetros de extensión, pero el itinerario turístico lo conforman mil 500 metros concebidos para que pueda disfrutar con sus propios ojos de la belleza escondida en el interior de la tierra.
El recorrido de los visitantes está planificado para 17 galerías, un corredor y seis salones, cargados de una significación simbólica e histórica muy singular.
 Como algo bien curioso, su humedad relativa al 100 % y su temperatura oscilante entre los 25 y 27 grados Celsius se deben al goteo de agua permanente que brota de sus paredes interiores.