Restaurante Bar Floridita
El bar restaurante Floridita, fundado en 1817, es, según el propio escritor norteamericano Ernest Hemingway, “el mejor bar del mundo” así diría por los años 30, década en que el lugar fuera célebre no solo por las visitas diarias primero desde el Hotel Ambos Mundos y luego desde Finca Vigía del Premio Nobel de Literatura sino también por el seductor daiquirí que él degustara en su barra. My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita plasmaría en una de las paredes del otro no menos célebre La Bodeguita del Medio. En "Islands in the stream" Hemingway describe este lugar tan especial en su vida.
Hoy, una fiel estatua del autor de la novela “El viejo y el mar”, realizada por el artista cubano José Villa Soberón en 2003, desde una esquina brinda junto a los clientes en la llamada “La cuna del daiquirí”. Antes, en 1954, fue emplazado un busto en bronce del escritor en su lugar favorito; luego de que en 1953 la revista Esquire lo reconociera como uno de los siete bares más famosos del mundo. Fotos de Hemingway con sus amigos y casi siempre con su daiquirí favorito en mano: el Doble Papa, ambienta este espacio de fama mundial al que además de llegar allí diariamente visitas dirigidas con personas de casi todo el mundo, dejaron su impronta personalidades internacionales como Jack Nicholson, Danny Glover, Paco Rabanne, Tennessee Williams, Ornela Mutti, Giorgio Armani, Marlene Dietrich, Jane Fonda y Ted Turner, Naomi Campbell, Compay Segundo, Wallis Simpson y Eduardo VIII Duques de Windsor, Spencer Tracy, Ava Gardner, Pablo Milanés, Javier Sotomayor, Jean-Paul Sartre, Imanol Arias, Kate Moss, Gary Cooper, Jean-Michel Jarre, Pierce Brosnan, Matt Dillon, Ana Belén y Víctor Manuel, Fito Páez, Joaquín Sabina, entre tantos otros. La Academia Norteamericana de Ciencias Gastronómicas le confirió en 1992 premio "Best of the Best Five Star Diamond".
Su sede siempre ha sido en Obispo y Monserrate, en La Habana Vieja. Primero se llamó La Piña de Plata y luego La Florida, brindando solo el servicio de bar; pero en 1910, comandado por un chef francés se amplía hacia la calle Monserrate e inauguran su restaurante. Al catalán Constantino Ribalaigua Vert le atribuyen la introducción del daiquirí en La Habana pues el origen de esta bebida data del interior de la Isla. Constantino o Constante, como también se le conoció, fue primero mesero en 1914 y cuatro años después compra el establecimiento a su dueño de entonces Sala i Perera.
Existen establecimientos homónimos en Inglaterra, España, Estados Unidos. El Floridita de La Habana fue remodelado en 1991 respetando su arquitectura y ambientes originales de "perfecta mezcla de glamour y decadencia de una era pasada".
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