Para los amantes de la música clásica contemporánea, ya desde finales de enero se puede adquirir el último fonograma del maestro Sergio Vitier, bajo el título de Cruce de Caminos.
Realizado bajo el sello discográfico Producciones Colibrí, este disco, según la crítica especializada, es un exquisito volumen, integrado por nueve composiciones con grandes valores estéticos y sonoros, cuya trascendencia, como ha dicho su protagonista, también radica en la calidad de los artistas que forman parte del mismo.
De exquisita factura, con acompañantes de lujo, en Cruce de Caminos se puede disfrutar de la inigualable voz de la Diva del Buena Vista Social Club y Novia del Filin Omara Portuondo interpretando Las amargas verdades, tema difícil de interpretar y muy difícil de la autoría de Sindo Garay.
Otro de los grandes la cultura cubana, el multipremiado Chucho Valdés realiza aquí, junto a Vitier, un homenaje al músico Felipe Dulzaides con una pieza de su autoría: Nocturno de La Habana. Otras estrellas que conforman la lista de amigos confabulados para hacer buena música son su hermano José María Vitier, Ernán López-Nussa, Pancho Amat, Amadito Valdés, Alfredo Muñoz y Javier Zalva junto a los noveles pero no menos prometedores artistas Harold López-Nussa y Floraimed Fernández, entre otros.
Refuerzan el lirismo de Cruces de Caminos las obras: Guajira intensa, Son lírico, Danzón Flora y Bolero antiguo.
Pero Cruce de Caminos es mucho más que eso, es el tributo de Sergio Vitier a la memoria de uno de los rumberos más grande de Cuba: Tata Güines. El fonograma incluye imágenes de los momentos de grabación, además de un documental en el que se discursa el proceso de interpretación de los temas seleccionados para el álbum y que fue dirigido por Lourdes de los Santos, fotografía y edición de Manuel Iglesias.
Según declaraciones de la realizadora del audiovisual, esas imágenes pueden considerarse un making off de la ejecución y grabación de las piezas, un repaso de las escenas en que los músicos puntualizan las notas musicales e interpretan cada partitura.
Ahora solo queda el concierto, y los implicados en este proyecto están dispuestos, pero esto se acomodará a los compromisos nacionales e internacionales de los participantes. La ocasión fue propicia para celebrar su cumpleaños.
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