Una de las primeras obras de la literatura cubana

Una de las primeras obras de la literatura cubana, legitimada por la autenticidad de la autoría y el valor histórico que tiene, pues fue escrito hace más de cuatro siglos, es el poema lírico Espejo de paciencia del canario Silvestre de Balboa y Troya. Hoy, pleno siglo XXI el ensayista Ramiro García lo confirmó.

 

Ramiro García en su investigación “Vida de Silvestre de Balboa y Troya: El canario precursor de la literatura cubana” consideró la referida obra como la primera obra literaria escrita en la Mayor de las Antillas. Este profundo estudio ha sido publicado bajo el sello editorial Ácana.

 

Para legitimar lo aseverado no solo por García, sino también por la historiografía cubana, el referido investigador realizó indagaciones recientes en el Archivo de Indias, de España, y encontró que la obra fue escrita por Silvestre de Balboa y Troya en una estancia que hizo en la hermosa Santa María del Puerto del Príncipe, denominada actualmente como provincia de Camagüey.

En el Archivo de Indias, García aseguró la legitimidad de los documentos estudiados, por lo cual sentenció que Espejo de paciencia es una obra genuinamente cubana, escrita en la Isla en el año 1608 por el canario considerado el precursor de la literatura cubana. Los manuscritos que consultó el investigador son una prueba fehaciente de ello, tanto la autoría, u redacción así como seis sonetistas que también participaron en su creación.

 

Dichas búsquedas le dieron la posibilidad al autor, según declaraciones a la prensa, de cruzar fuentes y fotocopiar documentos conservados en el prestigioso Archivo de Indias en los cuales se ilustran las condiciones socio-culturales del entonces Puerto Príncipe del siglo XVII.

 

Los primeros indicios de pruebas documentales sobre la comarca de entonces surgieron en 2010, pero estos acontecimientos y otros que le precedieron han traído evidencias a través de originales inéditos que materializa lo que hasta ese momento había sido planteado como hipótesis. Esto trajo consigo, junto a resultados científicos recientes obtenidos en la llamada Ciudad de los Tinajones –a estos se suman archivos históricos se suma la condición de esta otrora villa de ser cuna de dos grandes bardos: Gertrudis Gómez de Avellaneda y el Poeta Nacional Nicolás Guillén-, para que además se le identifique como la cuna de la literatura cubana.

 

Aprobado por la intelectualidad de la provincia, además de la presidencia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en febrero de 2014 se declarará a Camagüey como cuna de la literatura cubana.