Lugares para bailar la rumba en Cuba


¿Dónde aprender este ritmo que inmortalizara el gran Chano Pozo, y que hace mover a millones de cubanos desde principios del siglo XIX?
La rumba no necesita de un gran teatro, ni muchas luces ni efectos. Basta con un cajón de madera, unas cucharas, el estribillo sencillo y el baile contoneante de la mulata; en cualquier esquina o solar de La Habana.
El cubano la lleva en la sangre. Tararea el ritmo pegajoso, y le incorpora a sus composiciones populares: la historia del barrio y sus personajes más cotidianos.
Pero ¡cuidado!, hay que quitarse el sombrero ante los rumberos mayores como Tata Güines, Los Papines o los Muñequitos de Matanzas, por solo citar algunos, que han llevado este ritmo nacido en las periferias de diferentes ciudades del occidente de Cuba, posiblemente entre La Habana y Matanzas, a escenarios de gran renombre internacional.
Amén de su espontaneidad, hay espacios donde esta melodía ha dejado una impronta y tradición muy fuertes; y en los que la gente se reúne para bailar la rumba.

Callejón de Hamel: El internacionalmente conocido Callejón de Hamel, tiene una peña “La Rumba en el Cayo”, todos los domingos después de las 12 en las intersecciones de las calles Aramburu y Hospital. Los visitantes pueden disfrutar los grandes murales de Salvador y las presentaciones de importantes grupos que cultivan el género.
Sábado de la Rumba en el Conjunto Folclórico Nacional: La tarde comienza a morir en un lamento rumbero en la Calzada y esquina 4 del céntrico barrio del Vedado, sede de la compañía danzaria insigne de las tradiciones africanas en Cuba, donde los músicos hacen gala de su virtuosismo en la percusión.

La Peña del Ambia: Si algo de especial tiene la peña es Eloy Machado Pérez conocido por todos como El Ambia, que en lenguaje popular significa buen amigo, camarada. A estas cualidades, se suma su peculiar estilo de escribir poesía, y de compartir con los que van cada miércoles y sábados alternos, a su peña de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en 17 y H.

Salón Rosado de la Tropical: Uno de los legendarios y más importantes salones de baile de la Habana, acoge a los rumberos todos los viernes después de las tres de la tarde.

El primer Café de Cuba


A mediados del siglo XVIII, en pleno furor por la degustación del café en la Isla, el afamado líquido negro ve levantarse el primer Café de Cuba –que ha llegado hasta nuestros días-

Ese delicioso y legendario néctar negro que ha cautivado a tantos tras el primer sorbo caliente y aromático, costándoles la dulce sentencia de beberlo toda la vida, también tuvo su casa a mediados del siglo XVIII en San Cristóbal de La Habana; época donde alcanza mayor celebridad.
Aunque, ya en la Cuba de 1770 se recogían grandes cosechas del venerado grano para el consumo nacional y la exportación, y era uno de los renglones más importantes de la economía de entonces; el primer Café de Cuba, como se le llamara al centro de expendio de este producto, fue inaugurado por el francés Juan Bautista Tavern un año después que un armenio había fundado el primero de este tipo en la capital francesa.
Por la Plaza Nueva –actual Plaza Vieja-, Mercaderes y Teniente Rey en La Habana Vieja, fue el espacio escogido para vender el preciado líquido que era preparado de la siguiente forma: dos onzas y media de café molido en un litro de agua, el polvo se echaba en el agua cuando esta hervía y de inmediato se retiraba, para mantener la cafetera durante dos horas sobre brazas calientes, y finalmente filtrar el café.
Y el lugar se puso de moda. Los más acaudalados caballeros después de dar sus paseos vespertinos por los recién inaugurados paseos del Prado y Alameda de Paula, amenizaban sus tertulias con largas bocanadas de habano y una sabrosa taza de café.
Bautizado por sus visitantes como el Café de Taberna, este fue lugar de encuentro de comerciantes y cuanto viajero desandara las calles más importantes de la urbe: Mercaderes, Muralla, Inquisidor, Teniente Rey o San Ignacio. Sus alrededores también forman parte de la historia de La Habana Vieja: en San Ignacio y Muralla nació la célebre escritora Condesa de Merlín y en la otra esquina de San Ignacio y Teniente Rey radicaba la primera Sociedad Filarmónica de La Habana.
Hoy, el Café de Taberna –dedicado al Benny Moré- aún permanece deleitando a quienes deambulan por las calles de La Habana Vieja tras el aroma embriagadora de una colada. 

Aeropuerto de Orlando, Florida, podrá operar vuelos a Cuba


La oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos informó esta semana la autorización al Aeropuerto Internacional de Orlando para operar vuelos a Cuba, informó un diario local.
“El Aeropuerto Internacional de Orlando proporcionará un acceso a Cuba más conveniente para los residentes de la Florida nacidos en Cuba”, expresó al rotativo Phil Brown, director ejecutivo de la Autoridad de Aviación de Orlando.
Según Phil Brown, la decisión “posiciona al aeropuerto para desarrollar oportunidades de servicio en el futuro”.
El diario Sentinel ha publicado que el anuncio se produjo después que la medida autorizando los puertos de entrada y salida de vuelos desde y hacia Cuba fuera publicada en el registro federal a finales de enero.
De acuerdo con el diario, por el momento no hay planes de vuelos específicos de Orlando hacia Cuba.
Los aeropuertos autorizados para operar vuelos a Cuba son Chicago O'Hare (Illinois), Baltimore (Maryland), Dallas/Fort Worth (Texas), Nueva Orleans (Luisiana), Pittsburgh (Pensilvania), Tampa, Key West, Palm Beach, Fort Myers y Fort Lauderdale (Florida), Atlanta (Georgia) y el aeropuerto Luis Muñoz Marín, en San Juan (Puerto Rico).
Sólo los aeropuertos de Los Ángeles (California), Miami (Florida) y Nueva York estaban autorizados a operar vuelos chárter a Cuba antes de que el gobierno de EEUU anunciara en enero pasado nuevas medidas para propiciar más relaciones con los cubanos en la Isla.