Estreno en la Habana de la película Irremediablemente Juntos


Desde el 2 de agosto en las salas de estreno de Cuba se proyecta el último largometraje del realizador cubano Jorge Luis Sánchez: Irremediablemente juntos, que aborda entre otras problemáticas sociales, el racismo en la sociedad cubana, tema que desde varios años se viene abordando en círculos culturales y ha alcanzado ámbitos gubernamentales. “Este asunto es tan espinoso que no podía resolverlo a través de la comedia, por eso mantuve quizás un enfoque irónico pero no tuve la intención de hacer comedia, Irremediablemente juntos es un drama musical”, declaró su director en conferencia de prensa. No obstante la apertura sobre el tema, el filme ha sido cuestionado a lo que Sánchez alude “a mí me pareció importante mostrar las diferentes conductas éticas, religiosas, filosóficas, económicas, etc., que pueden llevar a los cubanos a adoptar actitudes racistas; en la película está desde el personaje de Cristina (Monse Duany), que para triunfar tiene que parecerse a los blancos- en el estereotipo, por supuesto-, está el  del padre de Alexander (Wilfredo Candebat), que tiene el criterio de que su vida personal es una frustración porque es negro; aparece Rosy (Blanca Rosa Blanco) que no acepta que la hija esté con un negro, pero tiene un amante que es un mulato chino; toda esa gama de actitudes están en la película y entendí que esa era la mejor manera de acercarme al fenómeno y no a base de estereotipos y otras cosas que me parecen más tontas”.

Basada en la obra teatral Pogolotti-Miramar que tuviera éxito de taquilla durante sus presentaciones en el teatro América, su autor Alexis Vázquez director de la Compañía Musical Habana le propuso a Sánchez llevar esta comedia musical a un guión cinematográfico. Vázquez expresó sobre el filme “lo primordial es que este argumento trascienda, que haga pensar y que logre que las personas sean mejores seres humanos; la película incorpora muchos elementos de la realidad actual que pueden motivar al espectador a partir de un tema que es muy importante”.

Con una duración de 119 minutos, especial papel juega la música en el filme, especialmente en las escenas de mayor relevancia, y resultaron según el propio director “textos que están dialogando con la película y que están muy imbricados con el conflicto. Queríamos que la música fuera un instrumento expresivo y no un adorno en la película”. Los temas fueron escritos por Fidel Díaz Castro, Tony Ávila, Fernando Bécquer, Juan Manuel Ceruto –su director musical, quien trabajara con el director en su anterior filme El Benny-, Silvio Alejandro, entre otros. El diseño de banda sonora es de Osmany Olivares. Y la coreografía corrió a cargo del experimentado Isidro Rolando Premio Nacional de Danza. Completan el staff técnico-artístico Humberto Hernández en la producción, José Manuel Riera en la dirección de fotografía, la edición de Manuel Iglesias y la dirección de arte de Maykel González.

La cinta, producida por el ICAIC, contó con la colaboración de Bis Music de Artex.
En cuanto a los actores, con excelente desempeño, se encuentran los noveles Orián Suárez como Alexander y Ariadna Núñez como Liz. También participan Blanca Rosa Blanco, Monse Duany, la experimentada Fela Jar, entre otros.

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