El Restaurante Mercurio de la Plaza de San francisco de Asis



Un paseo por La Habana Vieja demanda estar atentos, a cada paso alguna sorpresa en la arquitectura detiene al transeúnte, el cual se concentra no solo en su forma sino también en lo anecdótico que pueda girar alrededor de ese elemento. Así que, caminando por la calle Lamparilla, en el No.2, sitio privilegiado de la Plaza de San Francisco, aparece el suntuoso edificio de la Lonja del Comercio de La Habana; su construcción data entre 1907 y 1909. Una gran cúpula corona la edificación y sobre ella la gran estatua de Mercurio o Hermes, el dios grecolatino del comercio, esta puede divisarse a distancia; pieza que ha sobrepasado azarosos momentos como cuando se cayó en la terraza del restaurante que lleva su nombre –sin dejar víctimas-, este edificio al principio fue la Lonja de Víveres de La Habana y después devino del Comercio. Fue la firma Purdy and Henderson la encargada de la construcción de esta mole de concreto, y fue inaugurado el 28 de marzo de 1909 y el acto contó con la presencia del entonces presidente de la República José Miguel Gómez, más conocido como Tiburón.

El restaurante que lleva el nombre de El Mercurio, está especializado en la cocina internacional, los entrepanes y la venta de tabaco, además de ofrecer espectáculos culturales a solicitud del cliente, desayunos, almuerzos y cenas de trabajo. Abrió sus puertas el 27 de enero de 1997 y es una instalación hermosísima, con elegante café y un menú que combina mariscos y carnes con el sabor de las frutas tropicales. Preferido por los viajeros y hombres de negocio, sus recetas de emparedados y comidas ligeras a precios módicos son parte de las exquisitas ofertas de este establecimiento con aires libres a la Plaza de San Francisco.

Con una vasta experiencia en la organización de celebraciones en la Lonja del Comercio y otras locaciones, El Mercurio también es punto de partida para visitar otros sitios que marcan la vida cultural de La Habana Vieja como la Casa del Chocolate, el Convento de San Francisco de Asís, el Café del Oriente, el hotel Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal, la Plaza Vieja, la Plaza de Armas, el Palacio del Segundo Cabo, entre tantos.

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