Hotel Raquel


Aunque su propósito esté en el rescate de la historia, el hotel Raquel es una de las novedades de la empresa Habaguanex. Un lujoso inmueble de 25 habitaciones dobles, de lujoso diseño, confortables, todas distribuidas en tres niveles y bajo una línea decorativa impresionante.
Considerado como una evocación alegórica a la cultura hebrea en Cuba no solo por su nombre, el hotel posee otros espacios que así lo reafirman como el lobby bar Lejaim, la boutique Bezalel y el restaurante Jardín del Edén. 
Posee una encantadora terraza mirador en donde se encuentra ubicada una gran cúpula, además de galerías y diversos espacios –hermosamente decorados– que convidan a sus huéspedes y visitantes al descanso, al reposo, al sosiego.
Sus orígenes provienen de su arquitecto el venezolano Naranjo Ferrer y de una sociedad mercantil surgida a inicios del siglo pasado en La Habana. Considerada una de las más importantes importadoras de tejidos de entonces, dicha sociedad ordenó su construcción entre 1905 y 1908 y para ello adquirió las fincas de San Ignacio No. 58 y Amargura No. 11.  Con un desempeño próspero, esa sociedad exhibía en sus repisas telas de innumerables variedades y fabricantes, procedentes de los mejores radicados en Gran Bretaña, España, Francia y Estados Unidos. Contaban con un amplio almacén de dos mil metros cúbicos, ascensor eléctrico, un tranvía encargado del manejo de las mercancías, además de la deslumbrante escalera de mármol que conducía a los pisos superiores en los cuales varias oficinas tenían arrendados espacios.
Hacia 1914 el inmueble pasó a manos de la Compañía Cubana de Accidentes S.A., hasta que en 1927 la compró el español Esteban Gaicedo y Torriente, quien lo legó a sus familiares. Después de pertenecer a varios inquilinos, pasó a la la Sociedad Mercantil Compañía de Fincas Rústicas y Urbanas S.A., hasta llegar a nuestros días.

1 comentario:

JJ.axel dijo...

Muy bonita la historia de este edificiones,que bueno, que lo recuperaron porque la adquitertura es extraordinari.